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A 100 años del día en que comenzó todo

Hoy se cumple un siglo de la creación del Balón, deporte rioplatense predecesor del actual handball en esta región del mundo.

El 25 de agosto de 1918 el profesor uruguayo Antonio Valeta presentaba en Montevideo un nuevo deporte al que había denominado como Balón. Militante del Naturismo, un movimiento precursor del actual ecologismo, buscaba ofrecer una instancia superadora del fútbol, al que consideraba “antinatural” por su violencia y por el hecho de utilizar los pies para manejar la pelota. En un par de años, el Balón Uruguayo cruzó el Río de la Plata y se afincó también en Buenos Aires, donde cobró un rápido impulso.

La mecánica del juego era simple, se enfrentaban dos equipos de 11 jugadores cada uno, en un campo de fútbol. Utilizaban una pelota número cinco, muchas veces muy floja de costuras por exceso de uso, que se manejaba exclusivamente con las manos y no se podía botar. Para correr con ella debía colocársela sobre la palma de la mano con el brazo extendido, “ofreciéndola” al rival para que intentara arrebatarla. Se sancionaba todo contacto personal con un tiro libre en contra y, aunque en un principio no existía, debía respetarse un área restrictiva (como hoy se hace con la de seis metros) que coincidía con él área chica de fútbol. Los partidos registraban regularmente tanteadores que oscilaban entre los cinco y los diez goles en total. Con el paso de los años fue incorporando reglas que lo asemejaban al feldhandball alemán.

En ambas orillas el desarrollo fue importante durante los años veinte, cuando se crearon las respectivas federaciones nacionales (en 1920 la uruguaya y en 1921 la argentina). Sin embargo, no logró afirmarse y la actividad decayó drásticamente en la década siguiente. En tanto, el handball, con las reglas alemanas, crecía en Europa y se jugaba, en la especialidad de campo a once, con gran repercusión popular, en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.

Mientras que en Uruguay el Balón se fue extinguiendo y finalmente desapareció hacia principios de la década del cuarenta, para resurgir, ya como handball, recién en los ochentas; en Argentina se apostó a la fusión. Así en 1937 la entidad rectora se transformó en Federación Argentina de Handball e incorporó a los clubes de la colectividad alemana del Gran Buenos Aires y en 1986 se convierte en Confederación, denominación que permanece hasta el presente.

Hasta aquí la historia, relatada muy sintéticamente. Pero estos hechos son los que dieron lugar para que, a partir de una investigación encarada por la CAH y presentada ante la IHF hace algunos años, la Federación Internacional confirmara en su historia oficial, publicada en 2015, que el Balón Uruguayo es uno de los antecesores directos del handball moderno sumándose a las cuatro vertientes tradicionalmente reconocidas (danesa; alemana; sueca y checa).

De ello se desprende que la Confederación Argentina es la entidad federativa más antigua del mundo porque, a pesar de sus sucesivos cambios de denominación, ha tenido continuidad jurídica, administrativa y deportiva desde su creación el 15 de octubre de 1921.