Pasado un tiempo prudencial como para evaluar diferentes situaciones, entrevistamos a Mario Moccia -Presidente de la Confederación Argentina de Handball y de la Federación Panamericana de Handball- para conocer sus sensaciones tras la disputa de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.
En un año trascendental para el handball de nuestro continente, con dos países clasificados a los Juegos Olímpicos por rama y con uno de ellos, Brasil, Campeón del Mundo, mucho pasa por la cabeza de quien conduce este deporte en nuestro país y en toda América.
¿Qué balance hace de la organización de Toronto 2015?
La organización de los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 fue de muy buen nivel. Realmente a mi me sorprendió la excelencia de la organización en muchos aspectos que, en principio, me preocupaban, pero creo que los miembros del Comité Organizador pudieron encontrar una excelente oferta para el desarrollo de la actividad. Fueron muy buenas las instalaciones, todas en perfectas condiciones. El nivel de la Villa Panamericana fue excelente y la alimentación dentro de la misma fue inmejorable. Además, Toronto es una hermosa ciudad que funcionó a la perfección en cada uno de los aspectos que tienen directa relación con los Juegos. Por todo esto, mi evaluación fue muy satisfactoria, más allá de algún pequeño problema en alguna área, como el uso compartido de voluntarios en algunas misiones.
¿Cómo vio la competencia de handball específicamente?
Con respecto al handball, estuvimos ubicados en un excelente lugar, lo que fue un mérito conjunto con la Federación Internacional (IHF). Creo que la participación de León Kalin fue clave en este aspecto. Como representante de la IHF, participó en todas las reuniones de coordinación con el Comité Organizador y la Federación Panamericana (PATHF) y se opuso inicialmente a un estadio que se ofrecía, que era muy interesante, pero no estaba acorde a la realidad del handball en Toronto, donde no se practica este deporte o bien está muy poco desarrollado. El objetivo entonces fue estar en una sede que se compartiera con otras disciplinas, lo que hizo que se aprovechara un gran movimiento de público para promocionar nuestro deporte. De esta manera, las instancias decisivas se disputaron con un estadio prácticamente colmado.
¿Cuál fue el nivel que vio y qué piensa de la actuación de Argentina?
El nivel me pareció bueno, acorde a lo que uno esperaba. La competencia se manejó con absoluta normalidad, más allá de alguna sorpresa en algún resultado. Era impensado que Uruguay le ganara a Cuba en mujeres y se dio esa situación, que favoreció a Argentina, pero no hubo muchas sopresas más. Otra vez hubo una excelente final en varones entre Argentina y Brasil que, lamentablemente, no pudimos ganar. Brasil tuvo una brillante actuación de Maik en el arco, quien fue clave en un momento determinante del partido, e inclinó un partido que se jugó de igual a igual y que podría haber sido para cualquiera. Estoy realmente satisfecho.
¿Qué sensaciones le deja que Argentina esté clasificado a los Juegos Olímpicos en varones y mujeres?
Era el objetivo, pero no deja de ser algo trascendente. Hace unos años atrás era muy difícil imaginar que tuviéramos a nuestros dos equipos en un Juego Olímpico, pero por suerte se pudo dar. Esto corona muchos años de trabajo. Estamos más que satisfechos y muy contentos. Si bien era clave el partido con Cuba en mujeres, todo se terminó dando para poder clasificar y, ya quizá sin la presión de esa clasificación, se jugó una gran final ante Brasil. Creo que iniciamos un nuevo camino en el handball femenino en Argentina, que necesitará mucho trabajo, muchos ajustes, mucha proyección, pero que ya está en los primeros planos. Y respecto de los hombres, estábamos convencidos de que se iba a repetir lo logrado en Londres 2012, aprovechando que Brasil ya estuviera clasificado, lo que hacía más accesible la clasificación. Realmente estamos muy satisfechos y, hasta hoy, solo el handball y el hóckey sobre césped tiene clasificados a sus dos seleccionados a Río 2016, lo que es muy importante para nuestro deporte. Esto hace que tengamos mayor exposición y el año que viene estará en todas las pantallas con nuestros equipos masculino y femenino disputando un Juego Olímpico.
¿Qué balance hace del nivel deportivo que hay en el continente?
Creo que el handball va creciendo en el continente, se van achicando las diferencias y se va mejorando el nivel del espectáculo deportivo. Creo que varios resultados que se dieron son testimonio de eso. Hay más competencia, hay más trabajo y hay mayor perspectiva de desarrollo de nuestro deporte, que en esta región del mundo aspira a crecer y a competir con el balonmano del mundo, lo que es difícil porque en otras latitudes hay otro nivel de competencia, es profesional, tiene otra exigencia, otro cronograma. Pero nosotros de a poco vamos creciendo, con Argentina y Brasil haciendo punta y con Chile y Uruguay alternando lugares protagónicos con Cuba, Dominicana o incluso México y Puerto Rico. Tenemos previsto optimizar la competencia regional, fortalecer el NorCa con un evento en Estados Unidos clasificatorio al Panamericano masculino de Argentina de junio del año próximo. Estamos planeando hacer la Copa Caribe para trabajar con esos países y sumarle tres territorios franceses adherentes como son Guyana, Guadalupe y Martinica. También queremos fortalecer la competencia en Centroamérica y hacer una propuesta importante a nivel clubes para dejar el formato actual del Panamericano y jugar un formato que abarque más cantidad de meses, más atractivo y que permita otro desarrollo. Creo que tenemos que innovar, tenemos que seguir trabajando y creo que el nivel del handball en América se va consolidando y se va proyectando año tras año.
Un año queda por delante para Río de Janeiro 2016, pero muchas cosas quedan por hacer en ese período que trascurrirá antes de algo histórico para nuestra región, contar con dos equipos en cada rama disputando los Juegos Olímpicos.
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Foto principal: Germán Paez