Los Gladiadores hacen historia en Qatar y este lunes intentarán dar el golpe ante Francia (desde las 15, por TyC Sports). Federico Fernández, de gran nivel en el Mundial, revela que la confianza fue el factor determinante para superar el «grupo de la muerte», agradece el apoyo incondicional de la gente y garantiza que la Selección irá al frente contra el conjunto galo.
Argentina logró lo que muchos consideraban algo utópico: pasar a octavos. ¿Por qué tiene tintes de hazaña lo que hicieron estos jugadores? Simple, el equipo dirigido por Dady Gallardo tuvo que lidiar con Dinamarca, Polonia, Alemania y Rusia (cuatro potencias europeas) para cumplir el objetivo. Los jugadores demostraron un gran nivel en todos los encuentros y le jugaron de igual a igual a estos gigantes del handball. El recorrido comenzó con el elenco danés, al que le empató, sobre el final, 24-24 (resultado histórico). Luego, la competencia siguió con una derrota por la mínima ante los polacos (24-23). El tercer partido del Mundial los enfrentó con el más débil del grupo, pero no por eso fácil, Arabia Saudita, al que venció 32-20. Después vino la caída con Alemania (28-23) lo que significó un duro golpe por como se jugaron los últimos 10 minutos, después de haber peleado codo a codo los otros 50. Y por último, la travesía culminó ayer con la victoria sobre Rusia 30-27. En fin, un trayecto con muchos obstáculos que terminó, afortunadamente, en buen puerto para que festeje todo el pueblo argentino.
“Fue una zona muy complicada. Lo primordial es que el equipo se convenció de que podíamos pasar de ronda. Todos los partidos los jugamos a full y en todos tuvimos chances para ganarlo. El de Dinamarca, que empatamos, fue el que más de atrás corrimos; con el resto siempre fuimos peleando. Con Alemania y Polonia no se nos dio, se nos escaparon por errores nuestros; ayer, contra Rusia, los detalles nos jugaron a favor y por eso ganamos. En los partidos anteriores nos equivocamos en pequeñas cosas, como tener un jugador más y definir apresurados o salir a robar una pelota cuando no había que hacerlo y es un gol que al final te puede hacer perder. Ayer estuvimos concentrados cien por ciento y por eso ganamos”, cuenta en primera persona Federico Fernández, el extremo izquierdo de la albiceleste y agrega: “Lo de ayer fue algo muy importante para nosotros. Era el objetivo de mínima que vinimos a cumplir: pasar la primera ronda. Nosotros estábamos convencidos de que le podíamos ganar a Rusia. Nos dimos cuenta que el partido estaba si mejorábamos en la defensa. En el primer tiempo no defendimos tan bien; en el segundo ajustamos un par de cosas y sabíamos que si en los momentos claves la metíamos y defendíamos bien, lo íbamos a ganar y así fue. Disfrutamos ayer y hoy a la mañana, pero ahora tenemos que ponernos a pensar en Francia».
Argentina terminó cuarto en el grupo «D», con cinco puntos, producto de dos victorias (Arabia Saudita y Rusia), un empate (Dinamarca) y dos derrotas (Polonia y Alemania). Por debajo de los alemanes (líderes con nueve), daneses (ocho) y polacos (seis).
Sin embargo, no todo fue color de rosa para Los Gladiadores contra Rusia. El equipo tuvo que sobreponerse de un duro golpe en el primer tiempo: la roja a Sebastián Simonet, el emblema de la Selección. “Seba (Simonet) para nosotros es el jugador más importante, es la cabeza del equipo. Que lo echen a los 15 minutos fue complicado. Pero este equipo tiene jugadores que juegan muy bien: tanto mi hermano (Juan Pablo Fernández) como Pablo (Simonet) entraron y lo hicieron muy bien. Cualquiera de los 16 que hay en el plantel y los chicos que están afuera pueden jugar y lo van a hacer igual de bien que todos”, explica Fernández, reconociendo el momento complicado que significó la baja de Sebastián, pero que el equipo pudo encontrarle la vuelta.
Otro dolor de cabeza para la Selección fueron los fallos arbitrales que, como en todo el Mundial, y con las normas nuevas complicaron en varias ocasiones. “A nosotros, por la forma de jugar, nos complica un poco más porque tenemos jugadores no tan pesados y los golpes, a veces, dan la impresión de que son fingidos. Me parece que la bajada de línea para los árbitros es para todos igual. Es difícil decir si están en contra nuestra o no. En los partidos contra Alemania y en el de ayer, los arbitrajes no fueron buenos para ninguno de los dos. No queda otra que mirar para adelante y darle duro; mañana, calculo, que va a ser igual (risas)”.
Y como nada es fácil para Los Gladiadores, ahora tendrán enfrente, quizá, la batalla más difícil de todas: Francia. «Ellos son los bicampeones olímpicos. Nos tocó el peor grupo y el peor cruce en octavos; va a ser muy difícil. Si logramos que ellos tengan un goleo bajo, quizá tendremos alguna chance. Si llegan a 27, 28 goles, va a ser muy complicado”, se sincera Fernández, entendiendo la difícil parada que se viene para Argentina. De todas formas, como todo el equipo, cierra con un mensaje de optimismo para todos los argentinos: “El apoyo de la gente se siente como si estuvieran acá. Sigan apoyándonos. Este equipo siempre trata de jugar lo mejor posible. Mañana iremos a ganarle a Francia”.
Los Gladiadores van de punto contra el conjunto galo -el mejor de todos para muchos- pero la entrega no la van a negociar. La confianza está. El juego también. La ilusión más latente que nunca. ¿Harán saltar la banca?
Por Emiliano Ammendolea – Prensa CAH
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Foto: Germán Paez