A instantes del partido ante Arabia, Guillermo Cazon hace una radiografía de Los Gladiadores y su paso por el Mundial. Motivador nato, el preparador físico de la Selección no duda que en Qatar se está dejando todo.
El dolor de Fede Pizarro, caído, con los dos gemelos duros tras un contraataque a minutos del final contra Dinamarca, Diego Simonet protagonizando un lanzamiento de zurda, situación inédita para dar vida ante el equipo danés: Los Gladiadores le empatan al subcampeón del mundo en el debut. Dos días después Seba Simonet se eleva cual jugador de NBA en la mitad de cancha para capturar una pelota, Adrián Portela se tira de cabeza para adueñarse de otra luego de uno de los tantos blocajes en defensa: Los Gladiadores tuvieron a tiro a Polonia, otro de los fuertes de la zona.
Argentina no se guardó nada en sus dos primeros partidos ante las potencias, ni en ataque ni en defensa, y Cazón lo reconoce en su análisis inicial: “Uno para evaluar lo que se está haciendo hay que tener en cuenta primero que se está jugando un Mundial y con quién se lo está haciendo, que nos tocó una zona complicada con equipos muy poderosos a nivel europeo. Después si ser consciente de la entrega y fundamentalmente las ganas que tienen estos chicos, algo increíble que les permitió empatar contra Dinamarca y luego tener en jaque a Polonia, que para algunos puede ser que se nos haya escapado, pero tenerlo durante casi sesenta minutos no es poca cosa. Estamos jugando contra equipos que están acostumbrado a jugar finales, que todos sus jugadores juegan Champions, es valorable”.
En ese meritorio contexto, que potencia el rendimiento de Los Gladiadores hasta acá, el preparador físico también destaca la predisposición de cada uno de los jugadores y de todo el cuerpo técnico para que el camino hacía los objetivos sea más sencillo. “Dentro de nuestro equipo de trabajo estamos bien dirigidos por Eduardo Gallardo, una persona que administra bien las energías, que escucha a todo el cuerpo técnico, tanto a mi como al doctor Marino como a Guillermo Milano, su asistente. Desde el otro lado, tenemos los aportes del capitán Gonzalo Carou y de Seba Simonet, que como sub-capitán realiza un gran trabajo y todo un grupo de chicos que están comprometidos, que los ves entrenar arduamente pese al cansancio. Hay gran química, nos divertimos, la pasamos bien”, afirma Cazon que por momentos toma el rol de motivador previo a los partidos.
Sobre ese espacio que desde los Juegos Olímpicos de Guadalajara 2011 toma, el “negro” agrega: “Tenemos a la cabeza un entrenador muy bueno que permite la colaboración de uno en el tema motivacional de los jugadores. Después está la parte del jugador en escuchar, entender un poco como son las cosas. Eso es uno de los puntos importantes, porque uno puede decir muchas cosas pero si no está esa parte el resto no funciona. Lo importante de todo esto es que el alma de este equipo son los jugadores”.
En instantes, Argentina enfrenta a Arabia -desde las 13 (hora argentina) con transmisión de TyC Sports, en un partido bisagra para el futuro del equipo en el Mundial. Aún así Cazon no entra en ese juego de ansiedades y baja un mensaje tranquilizador. «El gran objetivo que tenemos como cuerpo técnico es Toronto, todo lo demas son cosas que nos van a ayudar mucho. Queremos clasificar una vez mas a un Juego Olímpico y este Qatar es parte de un proceso que implica sumar horas de trabajo, perfeccionar un equipo, aumentar la confianza y todo lo que signifique mejorar para que el equipo funcione», se sincera el salteño que ve al encuentro como un partido complicado como cada uno del Mundial.
Los Gladiadores ya saben de esto y por eso hoy volverán a batallar e intentar sumar su primera victoria en esta difícil cita mundialista.
Por Rodrigo Alzugaray – Prensa CAH
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Foto: Germán Páez