En la final de Cadetes femenino, el conjunto sanrafaelino dio el golpe: derrotó 15-14 al candidato de siempre y desató una locura en Embalse. Con este resultado, se cortó una racha de 12 títulos consecutivos del elenco metropolitano en esta categoría. Carina Casari, la entrenadora del equipo, expresó sus sensaciones después de la resonante victoria: «Sentimos una gran felicidad. Es un triunfo histórico para el interior del país y el sur de Mendoza».
El sábado 15 de noviembre de 2014, quedará marcado en los libros, como el día que un humilde equipo del interior del país se hizo gigante y puso de rodillas al gran campeón. Atrás quedó el partido de la fase de grupos, donde FeMeBal lo derrotó con facilidad (32-09). Quizá ese recuerdo tan cercano, relajó a las metropolitanas. Tal vez no. Lo cierto es que la final tuvo otro cantar.
En la jornada de hoy, San Rafael salió muy concentrado a la cancha y desde el minuto uno, complicó al rival. En ningún momento, FeMeBal se sintió cómodo y pudo desarrollar su habitual juego. Las claves de las sanrafaelinas fueron la presión asfixiante y las salidas rápidas de contraataque. También hay que destacar el trabajo de sus arqueras, Martina Miranda y Cecilia Petrón, con grandes atajadas.
Durante los primeros 25 minutos, la paridad fue la protagonista. De todas maneras, el elenco dirigido por Gastón González se fue al descanso con una victoria parcial de 09-07.
En el segundo tiempo, las cosas empezaron mal para San Rafael. Las metropolitanas estiraron rápidamente la distancia a cuatro tantos y parecía que se venía la noche. Sin embargo, a los 12´de la segunda etapa, el banco sanrafaelino pidió tiempo para corregir errores y desde ese momento todo cambió. «Cuando íbamos 12-08 abajo, pedimos tiempo y le dijimos a las chicas que no nos podían hacer más goles y así fue», relataba, después del encuentro, un integrante del cuerpo técnico. Sin dudas, esa charla con las jugadoras torció el rumbo del partido. Cuatro minutos más tarde, el conjunto sanrafaelino igualó las acciones. A partir de ahí, se armó un encuentro de gol a gol y mantuvo esa temática hasta el final. Ayelén García -la figura del partido- fue clave con sus ocho conquistas para encaminar a su equipo a la hazaña. Los minutos finales fueron apasionantes y San Rafael encontró el gol más importante de su historia a pocos segundos de la chicharra.
Con el encuentro consumado, la tristeza invadió a las metropolitanas y la alegría desbordó los corazones de las sanrafaelinas. Y lo que parecía una utopía, se convirtió en una realidad.
Por Emiliano Ammendolea – Prensa CAH
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