La Federación Metropolitana de Balonmano obtuvo los dos títulos mas importantes del año, en el torneo masculino «A» le ganó a Córdoba 24-19 y en el femenino superó a Mendoza 27-15. Lagos del Sur derrotó a Río Negro 29-28 y se consagró campeón del masculino «B»
Los tres Argentinos de Selecciones para la categoría Juniors llegaron a su fin en Embalse tras mas de sesenta partidos a lo largo de cinco días de competencia. En la última jornada, FeMeBal ganó los dos torneos mas importantes del calendario nacional 2014 y confirmó su hegemonía en este tipo de competencias. Los varones, torneo divisional «A», le ganaron a Córdoba 24-19 mientras que las superaron a Mendoza, 27-15. Ambas finales tuvieron la particularidad de ser disputadas hasta promediando el segundo tiempo donde la categoría de ambas Selecciones Metropolitanas marcaron la diferencia.
Con estos dos títulos la Federación Metropolitana de Balonmano sigue siendo la única federación con títulos en la categoría Juniors, se trata del octavo para la rama masculina y quinto para la femenina. Mendoza y Córdoba, en varones y mujeres respectivamente, completaron los podios de ambos torneos.
Por la definición del torneo divisional «B», Lagos del Sur se consagró campeón tras superar a Río Negro 29-28 en una final pareja y emotiva que recién se definió en los últimos segundos del partido. Ambos equipos se quedaron con los ascensos en juego para los torneos «A» del 2016. El tercer puesto fue para Santa Fe. En tanto, AsAmBal le ganó a Neuquén 29-23 y se quedó con el quinto puesto.
FeMeBal se quedó con el masculino “A”
Como ya había sucedido en la última final entre ambos, allá por 2012 cuando en Chapadmalal FeMeBal se consagró campeón en el alargue, definición caliente para el último partido del torneo. En el marco de una batalla entre dos defensas duras y bien plantadas, FeMeBal fue el que aprovechó dos momentos claves del partido para consagrarse: el primero a fines del primer tiempo con Tomás Villarroel como actor principal en el arco sumado a los goles importantes de Nicolás Gratti y Ramiro Martínez, y el segundo promediando la segunda etapa con un Sebastián Dechamps (6 goles) encendido en la primera línea.
En el medio de aquellos dos quiebres, existió un partido que se desarrolló gol a gol sin sacarse demasiadas ventajas con Córdoba mostrando lo suyo también. Matías Hidalgo en el arco y su alto porcentaje de atajadas sobre todo en los primeros treinta, la velocidad de Ignacio Garrido (5 goles) y la versatilidad del brazo de Federico Golato Paez (3), pilares importantes en el equipo cordobés para dar pelea y recomponerse de un inicio complicado que lo tuvo 3-1 abajo pero que transformó en un 6-6 con el reloj clavado en veinte. Golato Paez lo tocó a Francisco Lombardi en una jugada al límite, Rodrigo Castinieira y Santiago Nuñez protagonizaron un duro cruce tras una falta ya sancionada, algunas de las situaciones que calentaron el encuentro. En ese duelo de tensiones contenidas, Tomás Villarroel fue el mejor canalizó todo. Porque dentro del 40×20 sumó varias atajadas, una espectacular doble, cerró el arco y le mandó una señal a sus compañeros y cuerpo técnico -incluyendo a los cordobeses- que en el juego, y no en la pelea, estaba la clave. Gratti sumó algunos goles desde el pivot, Ramiro Martínez otros de contraataque, Emiliano Romero aportó el suyo y FeMeBal hilvanó un parcial de 7-2 para cerrar el primer tiempo 13-8.
Un nuevo parcial de 3-1 en el arranque del segundo tiempo para los dirigidos por Pablo Sznitowski hizo pensar en final terminada. Lejos de pronósticos la certeza era que FeMeBal había sacado la mayor diferencia del partido, de siete, en diez minutos y que mientras tanto Sebastián Dechamps anunciaba su gran segundo tiempo con un golazo a pie firme al ángulo. Sin embargo, hubo que esperar hasta los últimos minutos porque la reacción de Córdoba llegó: Golato la metió de globo y Garrido metió dos corridas para poner el 18-15 a doce del cierre. Ilusión de remontada que quedo hundida con un nuevo golpe de FeMeBal. Felenbok –ya en el arco- sacó algunas pelotas claves, Tomás Bernaechea soltó el brazo para cortar la hemorragia de goles cordobeses y después Dechamps para cerrar todo. El jugador de Quilmes fue clave en esos últimos instantes para que la el título no se escape, 24-19 y una nueva presea para los chicos metropolitanos.
En el femenino, también FeMeBal
El resultado abultado que dejó la final no impidió que FeMeBal y Mendoza protagonicen una muy buena definición por el título. El hecho que en ambos lados haya presencia de jugadoras con nivel y roce de Selección Argentina aseguraba cierta incertidumbre a la hora de apostar por quién se quedaría con el torneo. Sensación que estuvo presente durante todo el primer tiempo y en el comienzo del segundo si bien FeMeBal fue el que casi siempre comandó las acciones. Pequeña ventaja siempre sustentada en los pilares que mostró durante todo el torneo: efectividad de Luciana Fabbricatore (8 goles) y Giselle Menendez (5), tanto desde el extremo como en los contraataques, claridad en ataque y dura defensa con Sofía Rodríguez (5) como principal exponente y, finalmente, presencia en el arco de Romina Ramazzioti.
Mendoza no fue un espectador de lujo en la final, lejos estuvo de caerse con los primeros goles de FeMeBal que llegaron en el inicio de forma consecutiva. Romina Diaz y Rocio Squizziato (4 goles cada una), junto a la arquera Daiana Becerra fueron determinantes. La de UN Cuyo metió dos seguidos bajo cadera -uno arriba y otro abajo- y la de Regatas aportó dos mas para que en quince del primer tiempo Mendoza, aprovechando una exclusión de Campigli, pase al frente 5-4. Luego de un buen inicio, desconcierto para las chicas de Rodrigo Sabino que rápidamente buscó variantes en ataque con el ingreso de Lucía Castelli y en defensa con una personal de Piccinini sobre Squizziato. Doble situación que le dio resultado: parcial de 3-0 para volver a pasar al frente aprovechando la baja de efectividad de Mendoza en ataque, control en los últimos diez minutos sumando algunos goles mas y cierre del primer tiempo con una pequeña ventaja, 11-9.
Los goles de Fabbricatore y de Macarena Sans en el arranque de los segundos treinta dejó la sospecha de seguir gol a gol. Sin embargo, con el correr de los minutos Mendoza fue cediendo ante la dura defensa metropolitana y bajó el porcentaje de efectividad. Perdida de claridad en la definición y en consecuencia contexto ideal para Ramazzioti y sus atajadas. En contrapartida, FeMeBal estiró diferencias con Ailén Zabaleta de contraataque para sacar seis de luz (18-12) y encaminar el título a diez del final. Hasta ahí llegó la esperanza mendocina que entró en la desesperación de recortar rápidamente, situación que solo le generó errores de manejo y malas elecciones. FeMeBal no perdonó y transformó un triunfo con cierto margen en una goleada abultada 27-15.
Por Rodrigo Alzugaray – Prensa CAH
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Fotos Gentileza: Nicolás Ríos – Revista Crack