Los tres equipos lo hicieron por amplio margen. Argentina superó a Canadá por 25-16, Brasil le ganó con comodidad a Paraguay 33-13 y Uruguay hizo lo propio ante Chile por 35-19.
El debut no era de lo más sencillo para Argentina, que debió luchar contra tres factores: uno exclusivamente deportivo y otros dos psicológicos. Llegar al torneo como las flamantes campeonas sudamericanas y encima con la presión de hacerlo como local, ante su gente, no era un detalle menor. En lo deportivo, debutar ante un «desconocido Canadá», así reconocido por Eduardo Peruchena, entrenador argentino. Si a eso se le suma que ese equipo extraño se mostró prolijo en el primer tiempo, el combo fue lo que se vio en la cancha: una Selección Junior Argentina que fue de menor a mayor y que pese a tener un comienzo con paridad, pudo sacar una amplia diferencia en el resultado final. Aún así Argentina mostró su sello con una defensa bien cerrada envalentonada siempre por la gran impronta de Catalina Burgos y una velocidad de piernas en Daniela Yenaropulos para sumar en cada contrataque. Por supuesto también, los destellos de Elke Karsten en el posicional dándole velocidad al armado y jugando mucho con el pivot. Así Argentina fue construyendo un triunfo trabajado, que lo gestinó al cierre del primer tiempo con un parcial de 5-1, lo amplió con otro idéntico parcial en el inicio del segundo y que lo definió con el recambio de jugadoras promediando esa última parte y llevarse sin problemas el partido por 25-16.
En el segundo choque de la jornada entre Brasil y Paraguay (en primer turno lo habían hecho los Juveniles), el subcampeón sudamericano no tuvo problemas para llevarse su primer triunfo en el torneo. Al igual que pasó con los varones, Brasil fue contundente para mantener los veinte goles de diferencia que tenía como antecedente de Asunción, donde le ganó 38-20. Esta vez fue 33-13 sustentado en alto porcentaje de atajadas de Barbara, la contundencia de Gabriela Pessoa desde los 9mts y su buen juego con las dos pivot Nadyne y Tamires.
En el último partido de la jornada, Uruguay consiguió un excelente triunfo frente a Chile en un partido que para muchos fue sorpresivo. No por el ganador, ya que el nivel de los dos equipos es similar y el encuentro podría haber quedado para cualquiera de los dos equipos, sino por el resultado. Dieciséis goles de diferencia entre un equipo y otro habla por si solo. Lo cierto es que Uruguay se quedó con lo que podría haber sido una final pensando en la clasificación a Croacia, ya que junto a Paraguay, a priori, lucharán por una de las plazas a Croacia. Y así se dieron la cosas en los primeros treinta, gol a gol para irse al descanso con una mínima diferencia a favor de las charrúas por 12-10. Pero en el complemento, una ráfaga de goles uruguayos en el comienzo quebró la paridad obligando a pedir TO por parte del español Ignacio Aniz en apenas cinco minutos. El lavado de cabeza no funcionó y Uruguay siguió ampliando el resultado con una Camila Barreiro que no se cansó nunca de correr y sumar. Así, el conjunto de Miguel Berger fue imparable para llevárselo por un amplio 35-19.
Rodrigo Alzugaray – Prensa CAH