Durante la celebración del reciente Congreso de la IHF, en Doha, Catar, fue presentado “Handball. Fascinación por miles de años”. Editado por la propia Federación Internacional y preparado por un equipo de especialistas encabezado por los señores Raymond Hahn (ex secretario general), Rudi Glock (ex tesorero) y Frank Birkefeld (ex director general); el libro sintetiza la historia de nuestro deporte, desde su origen hasta la actualidad.
Es en esa publicación en la que , después de muchos años, la entidad rectora del handball mundial, admite oficialmente la que bien podría denominarse “vertiente rioplatense” en el nacimiento y evolución del balonmano moderno, aceptando al Balón Uruguayo como uno de sus predecesores, a la par de otros juegos de origen europeo que, tradicionalmente, eran considerados como tales de modo exclusivo.
De la misma manera, ha reconocido que la Confederación Argentina es actualmente la federación nacional, más antigua del mundo (La actividad handbolística en Europa fue inicialmente subsidiaria del atletismo o la gimnasia, por lo que sus federaciones surgen “tardíamente”) y corroborado que el primer partido internacional de Balón disputado en 1923 en Buenos Aires entre Argentina y Uruguay (3:7) se anticipó en dos años al primer juego de handball entre naciones, que tuvo lugar en 1925 en Alemania ( Alemania 3:6 Austria).
Ya en 1936, en Berlín, Uruguay había presentado el tema del reconocimiento del Balón para su discusión. No obtuvo, por entonces, una decisión concreta al respecto.
Varias décadas después la gestión fue retomada por la investigadora oriental Adriana Suburú, autora de “Historia del Balón” (obra fundamental, inesperadamente no citada en el libro de la IHF; el que, también inexplicablemente, omite la mención expresa del profesor Antonio Valeta como creador del juego). Finalmente, en 2012 la Confederación Argentina, efectuó una nueva tramitación formal y logró llevarla a buen término.
En síntesis: la CAH es la entidad federativa, en actividad, más antigua del handball mundial; Argentina : Uruguay, en 1923, fue el primer partido internacional de la historia y el Balón Uruguayo, creado por Antonio Valeta es, ahora oficialmente, uno de los antecesores del handball moderno.
En otro orden de cosas, el capítulo de la actividad panamericana se titula “Argentina: The driving force” (La fuerza motriz) , un reconocimiento explícito para el papel que ha desempeñado el handball nacional en el desarrollo continental.
Todo esto puede configurar, para muchos, un mero asunto formal, de características protocolares. De hecho constituye una mención honorífica que seguramente no servirá para ganar partidos o para obtener medallas. A nuestro entender, se trata de un acto de estricta justicia para quienes nos precedieron en el esfuerzo por llevar adelante esta disciplina y una forma de construcción de identidad y pertenencia. Desde ese punto de vista resulta un verdadero y genuino motivo de orgullo. Te invitamos a compartirlo…
Prensa CAH
Vale recordar que el Balón Uruguayo fue creado en 1918, en Montevideo, por don Antonio Valeta. Lo jugaban dos equipos de 12 integrantes, en campos de fútbol. Utilizaban un balón de este deporte que se manejaba exclusivamente con las manos. Estaba prohibido todo contacto físico con el rival. A pesar de las distancias y de la absoluta independencia entre ambas iniciativas, el juego se asemejaba mucho al handball de campo alemán, surgido casi contemporáneamente.
En ese mismo 1918 se fundó la Federación Uruguaya de Balón
La especialidad pasó a la Argentina en 1920, donde un año más tarde se crearía la Federación Argentina de Balón.
Algunos cambios sucesivos del reglamento de juego oriental fueron acentuando las similitudes con el deporte teutón.
Hacia fines de la década del 30 , la actividad balonística cesó en Uruguay, su federación entró en receso para luego disolverse, mientras que en Buenos Aires se adoptaron las reglas germanas y la entidad pasó a denominarse Federación Argentina de Handball. Una reorganización interna determinó un nuevo cambio en 1986 y se pasó al actual “Confederación Argentina de Handball” , sin que se registrara interrupción alguna en la gestión institucional.
Por su parte, en Europa el handball se desarrolla a partir de fines del siglo XIX en los países nórdicos y centrales. Sus reglamentaciones se unifican en base a las del handball alemán en 1920 en las variantes de 11 y 7 jugadores.
La especialidad es dirigida institucionalmente por las federaciones nacionales de atletismo o de gimnasia¸ según el país, porque el balonmano era tomado como actividad complementaria para los atletas de esos deportes.
La independización llega, gradualmente, hacia la década de los años treinta, con algunos “adelantados” como es el caso de la Federación Austríaca que se funda en 1925, cuatro años después de que viera la luz la Federación Argentina de Balón…