«Hay 160 asientos libres». Una frase que alegró a toda la delegación argentina que partió a las 14.20hs de Ezeiza rumbo a Barajas, Madrid, como escala previa al arribo a París.
El vuelo de Iberia fue muy bueno y realmente el equipo pudo viajar con comodidad, con varios jugadores descansando literalmente acostados utilizando cuatro asientos.
La escala en Madrid fue de tres horas, que se pasaron bien entre desayuno en McDonald’s y conexión a internet -exprimiendo los quince minutos gratis que daba el aeropuerto- para saber cómo habían sido las elecciones en Argentina.
Dos horas hasta París y en la zona de recolección de equipaje nos encontramos con nuestros choferes: Sebastián y Diego Simonet.
Recolección de valijas -por suerte no faltó ninguna- y todos a las combis para ir al hotel. Ya en el Novotel, se repartieron las habitaciones y hubo tiempo libre hasta las 16.30hs.
Todos los jugadores fueron a comer a lo de Alí, un personaje de Ivry -fanático del handball- que tiene su local repleto de camisetas enmarcadas.
Pero lo más sorprendente es el nombre de tres de sus platos: escalopes a la Seba Simonet -con berenjenas, el menos pedido-, escalopes a la Diego Simonet -a la napolitana- y escalopes a la Pablo Simonet -con jamón crudo-.
A las 17hs se realizó el primer entrenamiento de la gira, mientras Gonzalo Carou arribaba a Francia, y todos los jugadores se encontraron en el estadio con Pablo Simonet, recién operado.
Vuelta al hotel, cena y a descansar.
Mañana será día de doble turno para preparar los dos amistosos:
– ante Ivry el jueves.
– frenta a Creteil el viernes.
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