En un partido cambiante y dramático, que recién se definió en el alargue, Uruguay le ganó a Paraguay 23-21 y es el primer finalista del Sudamericano Menor. Las chicas uruguayas remontaron un encuentro que las tuvo abajo durante gran parte del juego.
No hay dudas, la semifinal entre Uruguay y Paraguay fue, y tal vez sea, el mejor partido del Sudamericano Menor disputado en General Alvear. Por lo emotivo y lo cambiante será difícil de igualarlo y aún más complicado superarlo: Uruguay se tomó revancha, le dio vuelta un partido increíble a Paraguay y jugará la final del torneo.
El partido de ayer entre ambos equipos había sido el de las estadísticas y el de ensayo, pero también el importante desde lo anímico pensando en el de hoy. Y fue así, porque Paraguay se afianzó a la victoria que había conseguido en la fase de grupos para salir a comerse a Uruguay. En el primer tiempo fue un relojito, le salió todo a la perfección, fue efectivo en todos los lanzamientos y mostró fortaleza para defender. Inclusive, contó con una protagonista excluyente bajo los tres palos: Gabriela Sanabria. La arquera paraguaya fue lo más destacado de un equipo que se fue al descanso con un importante 12-6.
Se hace muy difícil explicar como un equipo que estuvo 15 minutos sin convertir termina llevándose el partido. La respuesta la tiene Uruguay, que de tener un primer tiempo para el olvido, paso a un segundo para el recuerdo. Desde la defensa se gestó la recuperación: marca bien arriba para complicar a un equipo paraguayo que tras la primera pérdida no paro de multiplicarlas. Desde el arco, esa resurrección, siguió creciendo: Maite Pereira, la arquera uruguaya, empezó a sumar varias atajadas importantes. Por último, la remontada se consolidó en el ataque: Sofía Rabosto, María Inés Alcaire, Sabrina Petito y Manuela Trelles, responsables de que la pelota comience a entrar y que el partido le regale al público presente en el Polideportivo de General Alvear la definición en el alargue.
En esos diez minutos Paraguay no se dio por vencido y siguió dando pelea: tuvo las condiciones necesarias para ganarlo cuando a falta de 2 minutos llegó a tener dos jugadoras más en cancha producto de las exclusiones de Alcaire y Trelles. Pero Uruguay tenía ese plus que te hacen ganar los partidos: la confianza y la concentración. Lo cuidó, lo manejó bien en los minutos decisivos y nunca dejó que Paraguay lo recupere. Con la diferencia mínima y a 15 segundos del final, defendió bien dos ataques consecutivos de Dalia Méndez, la jugadora más efectiva de Paraguay, sacó la contra y Belén Camacho gritó con el alma el último gol uruguayo, la conquista que significo el 23-21 y el pase a la final del Sudamericano.
Rodrigo Alzugaray – Prensa CAH