Chile trabajó, y mucho, para ganarle a Paraguay por 25-23 en el partido apertura del torneo Sudamericano Menor masculino. Podría haber sido para cualquiera de los dos pero finalmente la impronta chilena se impuso contra un conjunto paraguayo que a pocos minutos del final tenía una ventaja de cuatro goles.
Un partido de «momentos» para cada uno de las selecciones, esa fue la característica más atrayente del partido que dio inicio al torneo masculino entre Chile y Paraguay. Eso si, ninguno de los dos lo jugó bien. De hecho las imprecisiones y los errores técnicos fueron moneda corriente durante todo el partido, lo que generó que ambos tuvieran sus chances de arrancar con una victoria que les permita soñar con el título en General Alvear. Primero fue de Chile, luego de Paraguay. En el final, los chilenos mostraron un plus mayor para imponerse.
Si hubo un dominador del primer tiempo, es fue Chile. Buena circulación en los ataques posicionales, eficacia en la definición desde el pivot y los extremos, y sobre todo un gran trabajo de su defensa. Esa fue la fórmula para construir una importante ventaja en el resultado promediando los 25 iniciales. Pero si algo demostró Paraguay, es que para ganarle hay que trabajar lo suficiente y durante todo el partido. Por eso no extrañó que los guaraníes reaccionen, acorten la distancia a cuatro goles al final del primer tiempo (14-10) y que luego en el comienzo del complemento logren llegar a la igualdad.
El partido tomó otro rumbo, cambió de forma determinante y Paraguay no solo emparejó las acciones sino que además paso al frente con autoridad. Esos mismos chicos que en el transcurso de los primeros 25 estaban perdidos, ahora jugaban con solidez. Es verdad que Chile colaboró con errores de manejo, fallas en la definición y además con dos exclusiones casi en simultáneo. A pocos minutos del final todo indicaba que la victoria de Paraguay era un hecho, pero los dirigidos por Nelsón Osorio se contagiaron del hasta ahí presente chileno y se les terminó escapando. Chile se recuperó del golpe, de aquel parcial paraguayo de 5-0 a casi cinco minutos del final, y lo ganó 25-23. El festejo final de los chicos chilenos dejó en claro lo dificil que fue.
Por Rodrigo Alzugaray – Prensa CAH