En la primera semifinal del Panamericano Junior Masculino el combinado anfitrión se impuso ante los centroamericanos por 32:20. De este modo sacó pasaje para el partido definitorio del certamen, en el que se enfrentará al ganador del encuentro entre Brasil y Chile.
Sorpresa. El, sin lugar a dudas, equipo revelación del torneo le comenzó jugando de igual a igual al seleccionado local. Es que el conjunto caribeño posee un jugador que es tan «showman» como goleador. Se trata de Héctor Hiraldo, un puertorriqueño de tan sólo 20 años que, con grandes aspiraciones y aptitudes para jugar en importantes ligas, arremetió contra el arco argentino a diestra y siniestra. En pocos minutos anotó seis goles fundamentales para mantenerse a tiro en el partido. Los de Milano, enchufados pero en estado de alerta por el nivel de su rival, convertían a través de intervenciones de Baroneto y del jugador de Ballester, Souto Cueto.
El trámite avanzaba gol a gol. A los diez minutos, el parcial era de 5 a 5; a los 15, igualado en 8. Los dueños de casa, a falta de poco para el cierre de la primera parte, sacaron una luz de tres goles que desembocó en un time put pedido por los del Caribe. El entrenador albiceleste aprovechó el breve intervalo para asignarle a Foppiani una marca personal sobre Hiraldo, aunque éste se las ingeniaría e inflaría la nuevamente la red celeste y blanca. El receso llegó y los argentinos, de mejor rendimiento en el desenlace de la mitad inicial, se fueron con 17:13 en el bolsillo.
Ya en el complemento, el elenco al que pertenece Pablo Simonet salió a comerse la cancha. Mucho más encendidos que los boricuas, estiraron la distancia y consiguieron una ventaja digna para jugar un poco más tranquilos, aunque sin confiarse demasiado teniendo en cuenta las posibles explosivas apariciones de los de indumentaria blanca y roja.
Promediando el segundo período y perdiendo por más de 7 goles, el técnico de Puerto, José Díaz, decidió sacar a sus figuras más importantes como Hiraldo, Nazario, Fernández y Torres, ya que el partido estaba absolutamente resuelto. A los 55 minutos, los vestidos de un azul profundo ganaban por 28 a 19, y las ovaciones florecían de las tribunas del Polideportivo Islas Malvinas. A pesar de no haber tenido un gran primer tiempo, los conducidos por Guillermo Milano lograron superar a Puerto Rico por 32 a 20, y se clasificó a la final del Panamericano. El rival será el ganador del siguiente partido, el que disputarán la Selección de Brasil y Chile.
Por Sebastián Ocampo