El conjunto conducido por Jordi Ribera terminó invicto la primera parte del Panamericano Junior Masculino tras vencer a su par canadiense por 51:20. Mañana se enfrentará por el pasaje a la final con Chile.
David y Goliat. Los brasileños dieron una exhibición de handball en el Polideportivo Islas Malvinas. Los balones Penalty continuamente estallaron las redes norteamericanas, producto de los misiles verdeamarelos que acecharon el arco durante todo el cotejo. Las diferencias entre ambos planteles es clara: roce internacional, resistencia, contextura física, potencia. Por eso, y otros tantos argumentos, los sudamericanos se pusieron 7 a 0 en pocos minutos.
A pesar de ya estar clasificado a la siguiente etapa del certamen, Ribera puso en cancha a varios de sus mejores deportistas. El gigante Leonardo Almeida, amo y señor de la zona de pivot, y el extremo izquierdo Vitor Medeiros hicieron de las suyas para estirar la ventaja a 15:5 en el primer cuarto de hora. Algunas intervenciones del lateral canadiense Darryl Lakusta le permitieron a su equipo achicar parcialmente la brecha, aunque tal situación era efímera. Como en un entrenamiento, los vestidos de vivo verde anotaban un gol tras otro. La primera mitad concluyó con un letal 28:10.
La balacera brasileña no cesó. Sin piedad, hostigaron a los dirigidos por Francois Lebeau por todos los flancos posibles: de contraataque, con jugadas elaboradas, y con infaltables fantasías en sus definiciones. La barrera de los 40 goles se rompió a los 42 minutos, mientras que un tímido 16 canadiense intentaba soportar la goleada.
Al tener el trámite absolutamente resuelto y terminado, el entrenador de Brasil aprovechó para hacer recambio de jugadores, así como también para poner en práctica las jugadas que él pretende que sus comandados realicen en los partidos importantes. Por ello, su voz resonaba en todos el estadio con constantes indicaciones.
El elenco brasilero dio una lección de balonmano, llegando a 50 goles faltando aún tres minutos de juego. La chicharra sonó y determinó un 51:20, resultado más que motivador para un Brasil que mañana se estará enfrentando ante Chile, por el paso al partido más importante del certamen.
Por Sebastián Ocampo