En el cierre de la 3° Fecha del Sudamericano Adulto, Argentina se quedó con el clásico frente a Uruguay por 28 a 17 y aseguró una de las plazas para Santo Domingo. Las chicas se tomaron revancha de la última derrota frente a las charrúas en el Mundial 2011.
Por varios motivos el partido de hoy era importante para las conducidas por Zeballos. El primero el más significativo, una victoria frente a las uruguayas aseguraba la clasificación. El segundo también sustancial, conseguir la tercer victoria de forma consecutiva y continuar el paso de Brasil pensando en un soñado título. El tercero menos trascendental pero no por eso para dejarlo de lado, es que diez de estas dieciséis chicas fueron parte de esa inesperada derrota frente a Uruguay en el Mundial de Brasil. Aquella vez había sido 19-16, hoy el duelo se lo llevo Argentina por un claro 28-17.
Lo tomaron como una final mas, desde los primeros minutos estuvieron concentradas en defensa. Lo ratificaron en ataque con un sistema que no había sido muy utilizado en los partidos anteriores pero que resultó para romper el 6:0 uruguayo, doble pivot con Magdalena Decilio y Antonella Mena, espacios para lanzamientos exteriores y parcial de 5-1 en 7´. Argentina no encontraba en Uruguay ninguna preocupación, mas allá de algún potente lanzamiento de Alejandra Scarrone, todo intento charrúa terminaba en el bloqueo o en el cuerpo de Schlesinger.
Partido muy cuesta arriba para las chicas de Berger que a a la impotencia por no encontrar los caminos le sumaron imprecisiones y errores técnicos que Argentina aprovechó para seguir estirando la ventaja e irse 16-08 al final del primer tiempo.
Uruguay tenía que cambiar algo y así lo hizo. El cambio a una defensa mas adelantada le dio algunos resultados pero nunca fue suficiente para acortar la distancia de ocho goles. Fue gol a gol durante varios minutos, las uruguayas encontraron dividendos desde el extremo con su n°11 Paula Fynn (7 goles) y argentina confiando siempre en la contextura de Mena (4 goles) hizo lo propio. Gran trabajo para la pivot de Cid Moreno que no se cansó de fajarse en la línea de 6 metros y que terminó cerrando su buena actuación con un gol de espaldas al arco.
Argentina se lo llevó finalmente por 28-17 y todo para festejar. No solo por ese podio de objetivos cumplidos (clasificar, no perderle pisada a Brasil y borrar aquel recuerdo mundial), sino también por el nivel y compromiso mostrado a lo largo de los sesenta minutos.
Por Rodrigo Alzugaray