Las cadetes uruguayas consiguieron imponerse a las cordilleranas sin dejar dudas. Terminó 31-24. El sueño de conseguir el título, de todas formas, quedó trunco.
Uruguay llegó esta tarde al domo pensando en terminar lo más arriba posible. Debía sacarse de encima a Chile. Eso le alcanzaría para empardar a Argentina en la cúspide de la tabla de posiciones. Pero, aunque las brasileras obtengan en último turno una victoria ante las locales, el campeonato ya no puede ser uruguayo. Es que, ante empate en puntos de dos o más rivales, el certamen se define teniendo en consideración la diferencia de goles en los cruces entre ellos. Y el -3 que señala dicha cuenta para las celestes anula automáticamente sus chances de finalizar en la primera colocación.
Esta tarde las orientales encontraron con facilidad los caminos hacia el arco rival. Sacaron una rápida diferencia gracias a las espectaculares acciones de Martina Barreiro, su número 4. La máxima goleadora de Uruguay –y una de encumbradas anotadoras de todo el certamen- cuenta con la capacidad de suspenderse en el aire y elegir adonde tirar. Su cuerpo se detiene en el aire, su mente elige el mejor lugar donde colocar el balón y finalmente su brazo derecho ejecuta de manera exquisita. A las uruguayas les bastó con la magia de Barreiro y el terrible empuje del resto para mantener una distancia prudencial respecto de las chilenas. 17 a 12 terminaron superando a las cordilleranas en la primera etapa.
Mientras se espera la reanudación del partido, la luz artificial dijo basta en medio de una naciente tormenta en Embalse. Sin embargo, se tomó la determinación de continuar jugando. La luminaria natural era pobre, pero no impedimento para frenar el Sudamericano.
Y Uruguay siguió brillando en la etapa final. Por eso, por momentos las rioplatenses hicieron que el público olvidara el inconveniente con la electricidad, iluminando el campo de juego con las luces de su handball. Chile buscó responder pero a pesar de ello, la victoria uruguaya jamás estuvo en duda. Terminó siendo un 31 a 24 contundente.
La celeste ganó, pero no puede campeonar. Las pociones mágicas de Barreiro ayudaron para conseguir 6 puntos de 8 en disputa, pero la suerte decidió el resto. Mucho más que grata fue la participación uruguaya en Embalse. Mientras, Chile se retira cabizbajo. Perdió todo lo que jugó en este certamen internacional de Cadetes.
Por Santiago Menichelli