Brasil derrotó con contundencia a las guaraníes y sumó su segundo partido ganado de tres que disputó en el Sudamericano de Cadetes. 25 a 19 para las de Cristiano Rocha.
Paraguay llegaba con la moral en alza tras haber conseguido sus primeros dos puntos ante Chile, después de dos derrotas en sus primeras presentaciones. Pero Brasil salió decidido a cambiar el rumbo de su historia, esa que empezó muy bien con una victoria frente a Chile, aunque se desdibujó cuando perdió ante Uruguay en un partido apasionante.
Ana Luiza Borba fue un exponente esencial para el juego de las brasileras en la primera mitad. Causó estragos a las paraguayas por la franja derecha. Con su velocidad y su despliegue técnico, hizo deleitar al público con las fantasías que ofreció al rematar y conseguir tantos para su equipo. Y justamente la diferencia entre uno y otro equipo, desde un principio, estuvo en el desenlace de las jugadas. Paraguay no tuvo su Ana Borba. Tal vez por eso le costó tanto encontrar el camino a la red del arco de Iasmim Rodrigues, de lucido rendimiento.
En el entretiempo, cuando el tablero en su quietud decía que Brasil tenía 12 goles contra 7 de Paraguay, el entrenador guaraní Rubén Subeldía ensayó un duro reto contra sus dirigidas. No estaba para nada contento con lo realizado hasta el momento.
La paraguaya Alejandra Monserrath sobresalió en la segunda parte por sus atajadas a puro reflejo deteniendo disparos a quemarropa de sus rivales. Pero la falta de calidad en las definiciones de su equipo les impedía llegar al empate. La diferencia de goles en el tanteador fue fluctuando, pero nunca fue menor a tres. Eso enervó aún más a Subeldía, quien recibió una amonestación por sus reclamos y gritos enfurecidos. Brasil, por su parte, no disminuía su vigor ofensivo. Ana Borba volvió a mostrar destellos de rutilante habilidad y a cada una de sus demostraciones de estilo fue eliminando una porción de energía guaraní. Faltando pocos minutos, las brasileras se alejaron todavía más. Paraguay tuvo que resignarse. Por eso el final quedó en deuda en cuanto a la emotividad. La veredeamarela se hizo del juego por 25 a 19. Y ratificaron su rol de candidatas. La caída ante Uruguay ya es parte del pasado.
Por Santiago Menichelli