Ambos conjuntos perdieron en sus respectivas presentaciones, en las cuales -además- no tuvieron un buen rendimiento. Con estos antecedentes buscaban ganar para sumar por primera vez en el torneo y cambiar la pálida imagen demostrada hasta el momento.
Era el penúltimo encuentro de la jornada. La gente en las tribunas esperaba expectante el comienzo del mismo.
Empezó mejor el equipo trasandino que abrió la cuenta antes de cumplirse el primer minuto. Por su parte, el conjunto paraguayo -en cada ataque del rival- proponía una marca férrea de su jugadora número 3 (Camila Amarilla) sobre Daniela Miño (la N° 4 de Chile). A los 4´ las dirigidas por Ruben Subeldia quebraron el marcador, producto de buenas penetraciones en el área rival. La defensa chilena se mostraba desconcertada y no le encontraba la vuelta a los ataques constantes de las jugadoras paraguayas. Chile se repetía en tiros de larga distancia para causar daño. Pasados los 10´ el elenco guaraní consolidaba su juego y manejaba el ritmo a su merced. El resultado en ese entonces era 7-5 a favor de Paraguay. Cuando el reloj marcaba los 17´ el entrenador chileno pidió tiempo muerto para ordenar a sus chicas que estaban perdidas en la cancha. “Dejemos de regalar el partido”, fueron las palabras utilizadas por Felipe Barrientos para despertar a sus jugadoras. De todas maneras el trámite siguió favoreciendo a las guaraníes que cerraron el primer parcial 11-8 a su favor.
La etapa final comenzó con un gol tempranero del elenco paraguayo que estiró la diferencia a cuatro tantos. La hinchada albirroja –en ese entonces- disfrutaba y se ilusionaba con la victoria que estaba cada vez más cerca de concretarse. Sin embargo con el correr de los minutos todo cambió: el equipo cordillerano ajustó las marcas y entró en partido nuevamente. Un aluvión de goles provocó que llegaran a la igualdad (13-13) cuando el tanteador marcaba los 11´ del segundo parcial. Cuando las cosas empezaban a acomodarse para el elenco trasandino, apareció la garra paraguaya y volvió a tomar el control del encuentro con ataques filosos que terminaban con la pelota en el fondo de la red rival. Iban 15´ y Paraguay aventajaba por dos tantos a su oponente. El duelo era cambiante y de la misma forma variaba el estado anímico de ambos conjuntos y de la gente que estaba ansiosa en las tribunas. Los últimos instantes mostraron un buen nivel de las arqueras que se lucieron en varias oportunidades. A falta de dos minutos, Ruben Subeldia solicitó otro tiempo muerto para ajustar los últimos detalles para cerrar definitivamente el triunfo. El final fue apasionante con ambos conjuntos jugándose las últimas cartas para alzarse con la anhelada victoria. La gloria se la llevó Paraguay por 21-18 y sumó sus primeros dos puntos en el certamen. Mientras tanto el conjunto trasandino cosechó su tercera derrota consecutiva y se quedó sin chances de campeonar.
Por Emiliano Ammendolea