Tras la modificación en el horario del partido por la demora en su llegada, la delegación brasilera venció por 29:22 a la chilena, en el encuentro que puso fin a la primera jornada del Campeonato Sudamericano Femenino de Cadetes en Embalse Río Tercero. De esta manera, Brasil comparte la cima con Argentina.
Azul por un lado. Verde por el otro. Dos seleccionados cara a cara juntando fuerzas para, luego del silbatazo inicial, salir a comerse la cancha y ganar dos preciados puntos. De un lado, una potencia implacable como Brasil, con un medallero más que prestigioso. Del otro, Chile, una selección en ascenso que muestra en cada competencia inmensos pasos de crecimiento deportivo. Tales cuestiones anunciaban, y con razón, un partido disputado “palo a palo” en el que, quien supiera aprovechar errores, saldría ganador.
El cotejo comenzó con la cancha inclinada en favor de Brasil. Aprovechando su poderío en ataque, las “verdeamarelas” inflaron la red chilena hasta llegar a un parcial de 8:3 a los 10 minutos de partido. Asimismo, en defensa las vestidas de verde funcionaron como una amalgama perfecta. Eso, sumado a errores en ataque por parte de las trasandinas, permitieron ampliar la diferencia a través de contraataques tan certeros como letales. El primer período finalizó con un marcador de 15:7 en favor de Brasil, dejando muestras de clara superioridad.
La segunda etapa comenzó de la misma manera, con una luz de 10 goles de las brasileras sobre las cordilleranas. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo el campo de juego se iba equilibrando; las chilenas se pusieron el chip de la concentración y lograron ir achicando la distancia. A los 39 minutos, el tablero sentenciaba 21:15 para Brasil. Las protagonistas eran las de azul que, con estoicismo, consiguieron estar a solo 4 goles del empate (22:18). Una de las responsables de esa remontada fue Belén Castañeda del Canto, que le aportó varios tantos a su equipo, entre ellos uno con mucho lujo y digno de archivar. Cristiano Rocha, entrenador brasilero, expresó acerca de la merma en el rendimiento de sus dirigidas: «Se notó el desgaste físico de nuestras jugadoras. Una de ellas llegó una hora antes del partido. Eso hizo que creciera el nivel de nuestro rival».
Pero la historia volvió a cambiar. Las brasileras se acordaron que son candidatas al título y, con arengas, esfuerzo y sobre todo buen juego volvieron a estampar en el tablero los resultados a los que están acostumbradas. Así fue que llegó el pitazo final con un 29:22 para Brasil, resultado que la ubica en el tope de la tabla, junto con la Selección Argentina. Sin embargo, el director técnico del equipo ganador se permitió un poco de autocrítica. «Nuestro grupo tiene que ajustar algunas cosas específicas. Así van a mejorar la confianza en ataque», afirmó.
Por Sebastián Ocampo