Llegaba el turno para la final masculina entre los dos mejores equipos del torneo. El camino recorrido hasta allí por ambos (no dejaron dudas en ninguna de sus presentaciones), anticipaba un partido parejo y luchado. El plato fuerte no defraudó. En esa pulseada decisiva, FeMeBal fue más y se quedó con el triunfo.
El primer empujón fue para los dirigidos por Claudio Sánchez, el 06 – 02 parcial en los primeros minutos hacía mirar de reojo a las pocas personas que quedaban observando el cierre del partido de las chicas. Córdoba sorprendía a más de uno. Por primera vez FeMeBal se encontraba varios goles abajo y la incertidumbre de cómo reaccionarían los chicos era toda una incógnita. En la experiencia de Gabriel Farías (6 goles), el seleccionado metropolitano halló la solución momentánea. Varios goles del chico de UNLu regresaron a FeMeBal al partido. De todas formas el trámite del encuentro se hacía muy cuesta arriba para los de Betti, Córdoba proponía una defensa 3-3 bien avanzada que por momentos le dio buenos dividendos.
Los primeros treinta se fueron con un 15 iguales, paridad que hasta los últimos segundos del alargue y del partido no se modificaría. Sin embargo, el complemento se definió por “momentos”, instantes para cada equipo que bien lo supieron aprovechar. Julian Souto Cueto (13) encontró grietas en la defensa cordobesa y Cristian Anzaldo colaboró para que FeMeBal, en el inicio del complemento, domine el encuentro. Pero la roja para Agustín Salis y una exclusión a Maxi Olivero en simultáneo, inclinaron la balanza hacía el otro lado. La figura de Ignacio Nincevic (9), soltando el brazo desde los 9 metros, y Luciano Vessia (6), encontrando espacios para sumar desde lo interno, fueron importantes para aprovechar esta diferencia numérica. A falta de diez los cordobeses no solo igualaban nuevamente sino que pasaban a estar arriba por dos (26:24). Iván Barrios, jugador clave en defensa para Córdoba, también recibía la roja y una vez más el partido que cambiaba de manos.
Los nervios ganaban en protagonismo dentro de la cancha nª4 a medida que avanzaba el reloj y Vessia, a 60 segundos del final, ponía el empate en 30 multiplicando esa sensación. Llegaría entonces el momento más emotivo del partido, del día y del torneo sin dudas. FeMeBal tenía la última: cruces buscando el espacio, pelota al extremo, suspendido y ¿gol?. Nada de eso, el arquero la tapó, la cancha explotó desde un sector y ahora la responsabilidad de querer gritar campeón pasó hacía los cordobeses. Pelota subida rápidamente, Vessia penetró, infracción y penal a cinco segundos del cierre. El propio nº5 se hizo cargo, amagó una, segundo engaño y tercer movimiento buscando abajo al palo derecho. Nicolás Vella no quiso ser menos y espectacular atajada provocando que el grito eufórico surja del otro sector de la cancha. Si algo le faltaba a esta interesante final era un alargue, y en esa instancia FeMeBal fue apenas un poco más efectivo con Souto Coueto y Felipe Robert. Fue 36 a 33 y desahogo para todo el banco metropolitano. Del otro lado desazón total, Córdoba estuvo a siete metros de hacer historia y llevarse el campeonato. No pudo ser y FeMeBal festejó por dos.
Por Rodrigo Alzugaray