“Papi, le ganamos a FEMEBAL y estamos primeros, no lo puedo creer”, dice al teléfono entre llantos un jugador de la Asociación Mendocina. En la cancha del Club Regatas el partido acaba de terminar 21 a 20 en su favor, habiendo estado equilibrado durante los 40 minutos.
A Brasil le falta un tanto para equiparar el juego con Argentina. Tiene que ejecutar un penal en los instantes finales del juego. Pero García se hace inmenso y lo contiene. Ése es el recuerdo, ésa es la imagen que devuelve la mente cuando ve el desenlace del encuentro de Menores entre Mendoza y sus pares de la Federación Metropolitana. A falta de 10 segundos, el arquero Juan Vera, de muy buena tarde, se agigantó y ahogó el grito de gol de los capitalinos, que estaban a 7 metros del empate.
“¡Vamos, vamos!”, gritan los mendocinos después del toque de la chicharra que significa el triunfo. Y se van a la cancha de al lado, a la de básquet, a festejar. “El objetivo era clasificar”, reconoce Fabián Ampuero, el técnico de los cuyanos. Y está cumplido. “Con FEMEBAL tenemos un duelo eterno y es el equipo a vencer para nosotros. Ellos tienen un nivel de juego que es digno de imitar y una enorme cantidad de jugadores de los cuales hacen los reclutamientos, un número mucho mayor al nuestro, que tenemos sólo 7 equipos federados (NdeR: Armaron su plantel con chicos de 5 de esos clubes)”.
“El grupo tiene un corazón muy grande”, afirma lleno de orgullo Emiliano Lucentini, jugador de Mendoza que fue figura del cotejo. Y su entrenador adhiere a su comentario: “Creo que ganamos porque teníamos un gran deseo de hacerlo, muchas ganas y garra”. “No me considero un líder porque sé que vamos todos para adelante con el mismo empuje”, sigue el jugador de Municipalidad de Maipú con humildad. Y hasta se anima a soñar, después de la proeza de esta tarde: “Nos veo en la final. Creo que con lo que demostramos hoy se le puede ganar a cualquiera”. Pero Fabián Ampuero, acompañado de Marco Arce, ex jugador de handball y quien hoy es su asistente, es más cauto y reconoce que tienen que “mejorar las combinaciones en ataque. Tenemos un juego muy lineal todavía”.
“Me encantaría vivir de esto. Es lo que amo y quiero vivir del handball”, cierra Lucentini, portador de la camiseta número 14 de la Federación Mendocina, que hoy vistió con hidalguía.
Por Sebastián Ocampo y Santiago Menichelli