Se acabaron los Juegos Olimpicos para los «Gladiadores». Hoy tuvimos la posibilidad de jugar esos partidos que todo el mundo sueña jugar desde chico, o que ve por tele y sueña que le toque estar ahí algún día. No era una «final» propiamente dicha, porque el que ganaba no se llevaba ningún titulo ni tampoco era campeón de nada, pero para nosotros lo era, porque era el partido clave para lograr nuestro objetivo: Entrar entre los 8 mejores.
Cuando empezó el partido todo parecía estar en nuestra contra, todos los rebotes, algunas decisiones polémicas y hasta nuestra puntería. Pintaba para catástrofe.
Ahí es cuando apareció el equipo. Cuando mejor jugo, se movió y defendió. Mati saco varias pelotas imposibles, Diego los empezó a volver loco, aparecieron los tiros de afuera y corrimos el contrataque (nuestro mayor déficit). Nos fuimos empatados al vestuario pero con un sabor en la boca de que estábamos ahí, de que podíamos ganarlo si hacíamos las cosas correctamente.
A todos se nos vino a la cabeza el partido contra Brasil en Guadalajara, empezamos perdiendo por afano, remontamos y si no era por el gol de Fede de rectificado seria el mismo tanteador. El desenlace fue distinto, no hubo final feliz.
Otra vez los primeros minutos nos mataron, se nos fueron en el marcador y tuvimos que ir a remolque todo el partido. Muchas veces nos pusimos cerca, a dos goles, y con chance de ponernos a uno, pero el arquero y los palos nos negaban una y otra vez la oportunidad de llevarnos el partido.
Fue un partido chivisimo, como todos contra Tunez, mucha fricción, violencia y golpes… pero sentí que ellos repartieron mas (por afano) y nosotros recibimos muchas mas sanciones. Me voy a quedar con la sensación esa, no quiero sacarme la intriga, porque no pienso volver a ver este partido, lo tengo grabado en mi memoria.
De este partido se aprende, mas que ninguno, y siento que de esto vamos a sacar, a la larga, muchas cosas positivas (ahora no las veo) pero este equipo es joven, y tiene mucha vida útil y cosas por dar.
Mi balance del torneo: En resumido, sabemos que este no fue nuestro torneo. El juego no fluyó como en Suecia, la defensa tuvo minutos de lagunas (siempre eran 60 min de DALE QUE DALE), erramos mucho y el jugar con 14 jugadores no nos beneficio. Gripes, lesiones y golpes no ayudaron para nada. Tuvimos momentos de jugarle de igual a igual a grandes equipos, un gran partido vs Isalandia, dos para olvidar como con Francia y Suecia, pusimos autoridad contra GB y nos entregamos a la lucha vs Tunez. Nos quedan 5 meses para prepararnos para el mundial (eso sera otro tema) y recuperarnos del primer cachetazo que sufre este grupo, porque por ahora, los objetivos que veníamos fijando, se cumplían. Esto no nos va a tirar para atrás, ni hacernos bajar la cabeza, dejamos todo, nadie dejo nada adentro de la cancha, después de cada partido llegábamos al vestuario destrozados y deseando meternos en una bañera con hielo. Hace 10 años era jolgorio, locura y casi batacazo ganarle a Brasil, yo era uno de esos guachitos que estaba en la tribuna y delire en Ballester con el Penal del Flaco Gull, y hoy ganarle a Brasil se hizo normal, y nos parece un fracaso quedar afuera de cuartos de final de unos JJOO, ¿Muy loco no?
Personalmente me voy con un gusto amargo, no solo por no conseguir el objetivo, sino por haberme comido una gripe/anginas/»peste bubonica» que me hizo jugar diezmado 3 de los 5 partidos que jugamos, por no poder ayudar al equipo con lo que realmente puedo dar.
Nadie me quita lo bailado, soy olímpico, vivo por dentro un Juego Olimpico, con todo lo que ello conlleva. Una Villa Olimpica, una Ceremonia inaugural, el convivir 24 hs con cracks de todas las disciplinas, enfrentarse a los mejores del mundo, etc etc etc… Cumplí el sueño de toda mi carrera deportiva, que lo conseguí a base de entrenamiento, entrenamiento y entrenamiento, porque no hay otro secreto, se los aseguro. Me rompí el lomo mucho tiempo, me lesioné, vivi lejos de casa y me tome muy en serio este «trabajo», conseguí ser profesional, tener mentalidad de uno, cuidarme de muchas cosas y avivarme de otras, no fue fácil todo esto, y lo sufrí, por eso ahora nadie me quita lo bailado. Me acuerdo de todas estas cosas, de todo lo que vivi en estos últimos dos años, y no tengo mas que palabras de agradecimiento a este grupo de amigos que me dio el handball, con el que hoy comparto la experiencia mas feliz de mi vida. Le debo mucho a estos pibes, a este cuerpo técnico que en su tiempo tuvo que poner la cara por mi cuando no hacía ni 3 pases seguidos y me banco, a la paciencia paternal interminable del Doc., al crack de mi hermano que hace que sea mas fácil mi tarea, a mis viejos, novia y mi otro hermano que me bancan hasta cuando hago las cosas mal. A TODA la selección, a los que se quedaron alla, a los que se matan entrenando y en especial a dos pibes que están demasiado presente en este grupo, Agus y Juampi. No me quiero pasar y quedar pesado, pero no puedo olvidarme de Andres, fue su ultimo partido y no hace falta que les diga lo que siento por el, pero hace poco le escribí en Twitter algo que lo resumen perfectamente: «Fuiste mi GRAN idolo, sos mi GRAN capitán, y por siempre serás mi GRAN amigo! Dejaste un legado en el handball Argentino».
Se que esto no es lo mismo que estar acá, pero espero que haya ayudado a que puedan vivir un poco mas de cerca este sueño cumplido. Gracias por leer, por aplaudir, gritar, llorar, emocionarse, putearnos (esta todo bien), criticar (con buena leche siempre suma), y hacer que este hermoso deporte siga creciendo. Son miles los mensajes que recibimos y es imposible contestar todos, pero que sepan que los leemos y nos empapamos con todas las cosas que nos dicen.