En la primera semifinal del Panamericano que se disputa en el Polideportivo Almirante Brown, Argentina superó a Uruguay por 28-13 y se aseguró uno de los tres lugares para España 2013. Los dirigidos por ¨Dady¨ Gallardo esperan por Brasil o Chile.
El primer objetivo del torneo tenía cita en el primer turno del sábado; ganar y conseguir la clasificación al mundial que se estará disputando en la península ibérica a partir de enero del próximo año. Argentina dio el primer paso y lo logró, aunque eso si, sin jugar del todo bien. Uruguay, como en todo el torneo, salió a plantear un partido luchado desde lo físico priorizando su arco que el de enfrente y eso complico a los «Gladiadores» y sobre todo al partido que, en los primeros minutos, no fue atractivo. El escueto 2-1 a favor de los charrúas en 5 minutos de juego hablaban por sí solo, Argentina se ahogaba en imprecisiones, perdía la paciencia y no encontraba el camino para vulnerar a la cerrada defensa «Celeste». Promediando la primera parte apareció la experiencia de Kogovsek, la visión y potencia de Sebastían Simonet y la osadía de Fede Fernandez para cambiar la historia del encuentro y colocar un 8-4 parcial. Lo del seleccionado nacional fue así, de menor a mayor. Uruguay lo sintió y perdió el foco; dos exclusiones en pocos minutos y una advertencia para Botejara reforzaban esa sensación de que el paso a un dominio argentino era cuestión de tiempo.
El entrenador argentino comenzó a mover el banco con los ingresos de Pizarro, Vieyra y Ricobelli; los goles comenzaron a aparecer y el partido se simplificó. Cerca de los 20′, Kogovsek marcó un golazo coronando un gran movimiento en ataque entre el mayor de los Simonet y Carou, la defensa a cargo de Querin y Pablo Portela se afianzó y, para cerrar la evidente levantada, Schulz se hizo gigante tapando un mano a mano y un penal sobre la chicharra. El parcial con que se cerró los primeros treinta (14-7), aún no marcaba demasiada diferencia pero sí presagiaba un antes y un despúes en el partido.
En la segunda parte lo que era una sospecha se hizo realidad. Uruguay nunca pudo volver a ser aquel equipo ordenado e inteligente que había sido en el primer tiempo y Argentina lo aprovechó. El tramite del encuentro ganó en velocidad, se hizo de ida y vuelta, y en ese terreno los «Gladiadores¨» se hicieron fuertes y siguieron sacando diferencias. Aire nuevo en el septeto argentino con Ricobelli y Vazquez en cancha (seis goles cada uno) y parcial de 18-9 que en el balance sería definitorio. La lectura fue similar para el experimentado entrenador «Celeste» que a falta de varios minutos para el cierre del partido tomó la misma decisión, la de rotar y empezar a pensar en la lucha por el tercer puesto, su principal objetivo en este Panamericano.
Para Argentina quedó lo mas importante: victoria 28 a 13, novena clasificación de forma consecutiva a un Mundial (la primera había sido en Japón 1997) y pasaje directo a la final que se disputará mañana con el plus de ser campeón ante su gente.
Federico Pizarro: sobre la clasificación al mundial: «se cumplió el primer objetivo que era clasificar, ahora tenemos que ver si salimos primeros o segundos. Esperemos jugar bien mañana y ganar, así tenemos esa zona de privilegio en el mundial», reflexionó el jugador. «Sabíamos que eramos superiores. Lo bueno es que pudimos jugar todos y en un buen nivel», aseguró Pizarro respecto a la victoria ante Uruguay.
Por Rodrigo Alzugaray