Chile venció en la noche del lunes 31 a 28 a Groenlandia, en el partido correspondiente al segundo turno de la primera jornada del Torneo Panamericano de Handball, que se está llevando a cabo en el Polideportivo Almirante Brown.
De principio a fin el partido fue palo a palo. No se sacaban diferencias de ningún tipo, dando así un muy lindo espectáculo a la poca pero ruidosa presencia de espectadores que se quedaron luego del triunfo de Argentina. Con una constante defensa 6-0 y un arquero totalmente encendido, los groenlandeses se le plantaron a un equipo chileno de mucho renombre. Jugadores como Marco Antonio Oneto, ex Barcelona y de actual presente en el handball de Hungría peleaban a puro sudor para intentar sacarle diferencia al, sin duda, equipo más «exótico» del certamen. Sin embargo, la mayor ventaja entre ambos fue de 3 goles, testimoniando la dureza del cotejo.
El equipo del hemisferio norte contó con un inspiradísimo Dahl Hoegh, un aguerrido y efectivo jugador que le aportó ni más ni menos que 10 goles. Su gran actuación, sumada a otras también destacables, como las de Miki Heilmann y Miiu Rosing, hicieron que al equipo chileno le costara muchísimo quedarse con el partido.
Si bien son acreedores de 2 puntos importantes, el conjunto cordillerano dejó bastante que desear, ya que se refugió en constantes faltas y así se expuso a varias amonestaciones y exclusiones, así como también recurrió infinitas veces a repudios a los jueces.
Marco Antonio Oneto, figura del equipo chileno, expresó que jugaron «un pésimo partido» y que no les sorprendió el nivel de su rival, porque los que sorprendieron negativamente habían sido ellos. «Siento demasiada vergüenza hasta para criticar los fallos arbitrales», completó.
Por Sebastián Ocampo