Como si hiciera falta, Francia dio muestras de que es el monarca de esta época al adjudicarse el Mundial de Suecia 2011, su cuarto en la historia y segundo de manera consecutiva.
A la final llegaban los mejores dos equipos y únicos invictos: Francia, que sólo había empatado con España, y Dinamarca, que sumaba todas victorias.
La final parecía ser toda de Les Bleus, pero los daneses -casi locales en Malmo- se arrimaron y, con un gol de Spellerberg forzaron el alargue.
Allí, Dinamarca se puso al frente por primera vez en el encuentro, pero Francia es Francia. Cerró el partido con su enorme categoría y de la mano de las atajas de Omeyer y los goles de Karabatic, mejor jugador del torneo.
El título en Suecia 2011, se suma a los ya obtenidos en Islandia 1995 (frente a Croacia), Francia 2001 (Suecia) y Croacia 2009 (Croacia). Además, los galos también festejaron en los Europeos 2006 de Suiza (ante España) y 2010 de Austria (frente a Croacia); y los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 (ante Islandia).
De esta manera se suma a Suecia y Rumania como los países con más títulos mundialistas y también iguala a aquellos dos como los únicos en ganar dos Mundiales consecutivos.
Francia confirma que es el dueño de una Era, como fuera de Suecia y Rumania en los inicios y, de nuevo, de los suecos en los ’90.
Si bien Croacia se disputó la hegemonía en los 2000, lo de Francia fue superlativo y venció en muchas finales a los propios croatas.
Pero, como si fuera poco, Francia puede tener la tranquilidad de que el recambio promete y mucho. Con veteranos clave en estas consagraciones como Jerome Fernandez, Guigou, Omeyer o los hermanos Gille, pero también con jóvenes afianzados o comenzando a hacerlo como Karabatic, Abalo, Accambray, Barachet, Honrubia, Karaboué o Sorhaindo.
Así, el equipo de Claude Onestá se afirma como el mejor del mundo, pero también sabe que lo que se viene puede traer muchos más festejos para un equipo que sabe manejar los tiempos de un partido como ningún otro.
La medalla de bronce quedó para la laboriosa España, que se impuso a Suecia en el partido por el tercer puesto.
El local se quedó con las manos vacías, aunque muchos no pensaban ni verlos en semifinales.
Para los ibéricos el balance es sumamente positivo, ya que demostró que el recambio post título en Túnez 2005 va comenzando a ganar protagonismo con nombres como Gurbindo, Ugalde, Cañellas y Aguinagalde. Sobre todo, la tranquilidad llega de cara al Mundial 2013, en el que serán locales.
Ahora, el objetivo del Planeta Handball son los Juegos Olímpicos. Para Argentina, a través de los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 y para el resto, los demás torneos continentales (sobre todo el Europeo de Serbia en enero 2012) y, luego, los Preolímpicos. Habrá que esperar hasta entonces para volver a vibrar con el mejor handball del mundo.