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Está en marcha un año de grandes sueños para la Selección femenina

Llena de ilusiones, la Selección Argentina adulta femenina encara un 2019 repleto de desafíos. Su primer entrenador, «Dady» Gallardo, contó en qué situación se encuentra el equipo tanto en lo deportivo como en lo físico, y dejó en claro cuál es su gran sueño: vencer a Brasil y clasificarse a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

El 4 de febrero, el seleccionado nacional comenzó a entrenar en el CeNARD con un plantel de 20 jugadoras —entre adultas y algunas nuevas caras de la Selección junior— en seis estímulos semanales.

Del 18 al 24 de marzo habrá fecha IHF, en la cual los clubes liberarán a sus atletas, quienes se pondrán a disposición del cuerpo técnico albiceleste. Las jugadoras que actúan en clubes europeos retornarán al país en junio, momento en el que las prácticas a las órdenes del cuerpo técnico de Gallardo irán de lunes a viernes en doble turno.

El certamen de handball femenino en los Juegos Panamericanos Lima 2019 irán del 25 al 30 de julio. «Buscamos poder cumplir un sueño en un desafío grandísimo», expresó el DT argentino respecto del evento que entregará una plaza para los Juegos Olímpicos Tokio 2020. «Sabemos que Brasil está por arriba nuestro pero en el Torneo Sur y Centro [del año pasado] demostramos que si ajustamos algunas cosas y hacemos un buen trabajo, quizás podamos dar un buen partido y clasificar».

Para iniciar un año que incluye también a fines de noviembre el Mundial 2019 de Kumamoto, Japón —competencia para la que Argentina se clasificó en diciembre pasado al culminar segunda en la competencia subcontinental en Maceió, Brasil—, el staff técnico decidió realizar una serie de evaluaciones físicas (que incluyó capacidad de salto, fuerza de brazos, pisada y balance corporal) y técnicas. «En definitiva, todo esto va a mejorar el rendimiento», señaló «Dady», quien había comentado al asumir como entrenador en agosto del año pasado que su foco estaba puesto principalmente en la evolución física y técnica de un plantel que se atreve a soñar a lo grande.


Por Santiago Menichelli – Prensa CAH